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Relación Tauro-Cáncer

 

Los Cangrejos de Cáncer aman a sus madres, sus hogares, el dinero, los bebés y la comida. Los Toros de Tauro aman el dinero, sus hogares y sus madres, la comida y los bebés. Ya ven que estos dos signos solares son inusitadamente parecidos, si se exceptúan unos pocos cambios menores en el orden de prioridades. Lo que queda en claro inmediatamente respecto a los Cangrejos y los Toros, si estudian astrología, es que ambos desean que la gente sea amable con ellos. En verdad necesitan desesperadamente que la gente sea amable con ellos (aunque es posible que no se den cuenta de ello, a juzgar por la forma en que estos dos se comportan, a veces). Lo más amable que un Cáncer puede hacer por un Tauro consiste en guisarle una cena (que ambos disfrutarán), y en sentarse luego en su compañía para conversar acerca de la forma de ganar dinero (que también disfrutarán ambos). Lo más amable que un Tauro puede hacer por un Cáncer consiste en comprarse un almanaque para seguir la pista de las fases de la Luna, y abordar sus cambios de humor en consecuencia. Los Cáncer son regidos por la Luna, de modo que los afecta su influencia voluble y fluctuante.

Como los Toros, que son gente práctica, tienen demasiado sentido común para dejarse manipular por la Luna, esto los induce a apiadarse automáticamente de Cáncer, lo cual complacerá inmensamente a los Cangrejos. No se trata de que éstos busquen conscientemente la compasión, sino de que les gusta saber que la gente comprende sus problemas y no los acusa siempre de exagerar las tragedias cotidianas de la vida. ¿Cómo se podría exagerar una tragedia, por amor de Dios? Una tragedia es una tragedia, así como una rosa es una rosa. Y los Cáncer se toman sus tragedias en serio. No sólo son serios durante casi todo el tiempo, sino que también son cautelosos. Tienen períodos depresivos de negra melancolía que espantarían de la repisa de la chimenea al propio Cuervo de Edgar Allan Poe. Después tienen un arrebato de «comicidad», y su delirante humor lunar hace reír a todo el mundo. ¿Piensan que un comediante de facciones tristes, adustas, es un contrasentido?

¿Dicen que una esposa y madre compulsiva, llena de temores e inseguridades, siempre preocupada por su prole, cuya carrera consiste en hacer reír a la gente, es un contrasentido? A veces, las personas lunares son silenciosas y tímidas, y otras veces hablan todo lo que quieren. Como he dicho, cambian de humor. A pesar de lo mucho que tienen en común, al Tauro le resulta difícil entender los estados de ánimo del Cangrejo. Los Toros piensan que llorar y gemir frente a una situación implica malgastar el ‘tiempo y el sentido común. Los Tauro raramente lloran o gimen (aunque a veces mugen) y casi nunca están taciturnos. Sin embargo, cuando los hombres, mujeres o niños Tauro plantan cara y tienen un acceso de melancolía, por muy esporádico que éste sea, no es broma. Están abatidos en serio. Cuando a un Toro se le antoja sumirse en una depresión, deben convencerse de que ésta será auténtica y profunda, y de que durará meses… incluso años. Y no la interrumpirán ridículos ataques de risa.

Los estados de ánimo de Cáncer, en cambio (¿hay algún Libra presente?), generalmente no duran más que unas pocas horas, unos pocos días, en el peor de los casos… y abarcan una vasta gama de emociones, desde el humorismo tierno hasta la crítica mordaz, desde la conversación inteligente y vivaz hasta la trémula timidez. Saltan de la risa a las lágrimas, de la fe al cinismo, de la amargura al regocijo… y después te espetan: «¿Por qué dices que yo soy voluble? Es contigo con quien resulta imposible entenderse». Como los Cáncer son muy sensibles, captan el talante íntimo de las personas, y por tanto son generalmente comprensivos. Sin embargo, su comprensión desaparece con la misma rapidez con que aflora, sobre todo cuando ellos mismos la andan buscando, cosa que ocurre con frecuencia… y sobre todo si la comprensión implica un préstamo de dinero. Entonces es mucho más posible que su comprensión se extinga, en lugar de desarrollarse. Los Cangrejos se lo piensan dos veces antes de sacar el dinero. Éste es otro ámbito en el que los Tauro y los Cáncer tienen mucho en común. Los Toros no sólo se lo piensan dos veces también antes de sacar el dinero, sino que se detienen, hacen una pausa, y piensan una vez más, para mayor seguridad. Sin embargo, ambos signos solares son auténticamente generosos con los ancianos y niños. Si se trata de llenar el estómago de un niño con un plato caliente, o de ayudar a un familiar o a un amigo leal a pagar la hipoteca de su casa, el Cáncer y el Toro desecharán sus preocupaciones financieras… y lo mismo ocurrirá si se han enamorado. El romance enternece sus corazones y abre sus carteras milagrosamente. Estos dos no son renuentes a gastar su dinero por avaricia. Lo que ocurre es que piensan en el futuro. Siempre hay que economizar para cuando llegue la época de las vacas flacas, ¿verdad? (Imagino a los Cangrejos y Toros que leen estas líneas, que asienten con un movimiento de cabeza, y que preguntan silenciosa, casi desesperadamente: «¿Acaso no es así?».) Bueno, sí, astrológicamente es cierto. Siempre existe una época de vacas flacas para la cual conviene ahorrar. Llegará inexorablemente, si se la anhela tanto. Aún no he conocido a un Tauro o un Cáncer que no haya visto llegar, puntualmente, la época de las vacas flacas para la que economizó.

Hay un antiguo axioma metafísico que advierte: Reflexiona bien antes de desear (o imaginar) algo, porque lo obtendrás. No cabe duda de ello. Absolutamente ninguna duda. Si te consagras a economizar para la época de las vacas flacas, tarde o temprano éstas llegarán en tropel. ¿Por qué no pensar, en cambio, en el amor y la dicha y la seguridad? La misma Ley Universal determinará que estos «deseos» y pensamientos se materialicen con idéntica certeza. Ahora, respecto de la angustia secreta que alimentan todos los Cáncer y Tauro, o sea, la angustia de terminar un día en el asilo de pobres si no cuidan su patrimonio…¿Ahora se preocupan por todos los indigentes, y por las familias de los barrios pobres que no tienen un asilo adonde ir? Válgame el cielo. Si no fuera por los Cáncer, nunca habría habido instituciones consagradas a repartir paquetes entre los necesitados, ni orfanatos, ni inclusas, ni sistemas de préstamo y arriendo. Si no fuera por Tauro, nunca habría habido grandes imperios, ni industrias gigantescas que emplean a miles de personas, ni compañías de propiedades inmobiliarias (casi todas Tauro), ni bancos (casi todos Tauro o Cáncer), ni granjas (casi todas Tauro). Hay que confesar que los rasgos de solicitud, cautela, preocupación y conservadurismo, comunes a Cáncer y Tauro, nos mantienen a todos sanos y salvos.

Cuando pensamos en todos los Capricornio y Virgo (y algunos Escorpión) que tienen como colaboradores, sentimos ganas de ir a la iglesia y de prender una vela como testimonio de gratitud por la forma en que ellos nos protegen a todos los demás de nuestras locuras temerarias y de nuestro egoísmo. Ya que estamos allí, podríamos aprovechar para prender otra vela en homenaje al humor de Cáncer y Tauro. El humor, como la pulcritud, está ciertamente a la par de la divinidad. El humor de un lado, la pulcritud del otro, con la divinidad en el centro… como si fuera un emparedado espiritual. (Aunque los Cangrejos y los Toros prefieren los suyos con un agregado de lechuga.) El auténtico humor emana de la tragedia, y por eso los circunspectos Cangrejos y Toros son a menudo tan hilarantes, sobre todo cuando forman pareja en los negocios, en el amor, en la amistad… o dentro del círculo familiar. Durante los entreactos de sus comedias, a veces los Toros se ponen tercos, pero generalmente los Cáncer tienen mucha paciencia con los enfurruñamientos de Tauro. Verán, es que los Cangrejos también son muy propensos a esos arrebatos. A estos dos dignos solares les gusta comer, y a ambos les encanta guisar, así que tal vez les resulte un poco difícil controlar sus dietas cuando pasen mucho tiempo juntos. Si conocen a una pareja Tauro-Cáncer, lo mejor que pueden regalarle en Navidad es un libro de dietética. O un vale para comer en un restaurante dietético, con vigencia por no menos de un año. En cuanto a la afición a las bebidas fermentadas, Cáncer es considerablemente más proclive que Tauro a disfrutar de cuando en cuando de un sorbo de vino o de algo más fuerte. El Cangrejo también está mejor pertrechado (en su condición de signo de Agua) para resistir los sorbos.

Si el Cáncer induce al Tauro a probar la uva con demasiada frecuencia, tendrán problemas. El Toro aborrece los excesos, y casi nunca incurre en ellos, sean de la naturaleza que fueren, pero cuando comete un desliz, lo comete tal como lo hace todo: en gran escala. Tauro y Cáncer casi siempre se llevan bien. Incluso cuando no se entienden no arman grandes alborotos, y pocas veces entablan discusiones acaloradas. Normalmente, cuando los lastiman o los agravian, la reacción de ambos consiste en replegarse para cavilar a solas. Esto no hace más soportables los malentendidos, pero contribuye a mantener un relativo sosiego. Por supuesto, no siempre reinará un silencio total durante sus desacuerdos. De cuando en cuando se oirán algunos murmullos, cuando el Toro se deje caer en un rincón, como una mole de resentimiento, mascullando entre dientes, mientras el Cangrejo está acurrucado en el armario de las escobas, empapando en llanto varios kleenex y emitiendo sollozos ahogados.

Igualmente, el suave rumor de los rezongos coléricos (Tauro) y de los lloriqueos afligidos (Cáncer) es más apacible que los alaridos que cabe esperar de los signos solares más explosivos. (Sin contar los casos raros y aterradores que se producen más o menos cada diez años, cuando los Toros creen que están en un bazar de porcelanas y que alguien agita un trapo rojo.) El encuentro del Toro y el Cangrejo está a menudo predestinado y tiene un elemento de compulsión por ambas partes, dado que se trata de una configuración de signos solares 3-11, con fuertes connotaciones kármicas. Su interés recíproco no es meramente informal, y los beneficios o las desgracias que emanan de la asociación tienen generalmente efectos perdurables sobre las vidas de ambos, si continúan viéndose durante algo más que unos pocos meses. Tauro y Cáncer forman un excelente equipo para cualquier tipo de empresas comerciales o industriales, agencias de bolsa, bancos, jardines, guarderías, granjas, actividades políticas o firmas inmobiliarias. El Toro echará los cimientos cuidadosamente, organizará la empresa sensatamente, y el Cáncer la administrará con cauta eficiencia, asegurándose de que sus respectivos esfuerzos obtienen la máxima publicidad. (Es posible que los Cáncer no sean extravertidos, pero se las apañan sorprendentemente bien para conseguir espacio periodístico y para lograr que sus fotos aparezcan en la primera plana o en la pantalla de TV.)

Hay excelentes probabilidades de que cualquier sociedad empresarial Cáncer-Tauro prospere y dé siempre utilidades. Si en sus libros de contabilidad aparecen columnas en rojo, probablemente serán el producto de la sangre (mezclada con sudor y lágrimas) que estos dos verterán en cualquier proyecto que estén fanáticamente resueltos a consolidar y a llevar a buen término. Si el Toro tiene la Luna o el ascendente en un signo de Agua o de Tierra (exceptuando Capricornio) y si el Cangrejo tiene la Luna o el ascendente en un signo de Agua o de Tierra (exceptuando Escorpión) —y a veces ni siquiera las posiciones planetarias colocadas entre paréntesis perjudicarán su compatibilidad mutua para el éxito— ambos podrán terminar en el Quién es Quién, y también es probable que descubran que su relación personal es armoniosa y está relativamente despojada de tensiones. Sin esta ayuda de sus cartas natales, empero, podrían producirse algunos enfurruñamientos, rezongos, mugidos y lloriqueos, de cuando en cuando. Igualmente, por lo general a ellos les resultará más fácil llegar a una transacción que a la mayoría de las otras combinaciones de signos solares. Ambos disfrutan de una cierta dosis de placidez que a menudo genera una armonía fundada, simplemente, sobre la necesidad y el deseo interiores de paz y sosiego.

Como Tauro es Tierra y Cáncer es Agua, es más probable que el Cangrejo aprenda lenta y gradualmente a imitar los hábitos fijos del Toro y no que suceda lo contrario… a pesar de que Tauro está detrás de Cáncer en la rueda kármica de la vida. ¿Por qué? El Agua es flexible y no se resiste, y en ello reside su sabiduría. Asume la forma del recipiente donde la vierten. Cuando el recipiente es un Tauro, la forma es generalmente simétrica y agradable. Dada la sensibilidad de Tauro por la forma, y la de Cáncer por el color, también pueden pintar algunas bellas figuras sobre la superficie del cántaro. Después le colgarán una etiqueta con el precio, lo llevarán al mercado, y volverán juntos a casa con una cuantiosa ganancia.

Adaptación de Linda Goodman

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