San Valentín, un día para aprender a querernos

 

Este día del amor y la amistad, aunque sea una fecha bastante comercial, es importante hablar sobre una serie de ideas que resignifiquen esta celebración que obviamente representa más que un momento del año para vender flores, obsequios o deprimirte porque tienes o no un compañero o compañera. Se trata de la reflexión sobre la relación más importante de nuestras vidas y es la que tenemos con nosotros mismos.

Es probable que en esa fecha nadie se detenga a pensar en lo mucho o poco que se aman a sí mismos, en su autoestima, en cómo atienden sus necesidades emocionales y si se sacrifican en exceso por hacer felices a los demás; cuando todos han crecido escuchando que para ser feliz estás obligado a tener pareja, a casarte, a ser atractivo para otros, a tener una relación para no quedarte soltero o soltera y la sociedad junto a los medios de comunicación te han hecho creer que no puedes hacerte feliz tú mismo y a sentirte bien estando solo o sola.

Las películas donde los protagonistas no quedan juntos o no tienen una historia apasionada no venden, ni hay mayor gasto en ropa, servicios estéticos, productos de belleza, si no te dicen que todo eso es vital para poder ser más hermosa, para competir con otras mujeres por quién tiene la vida más romántica o el matrimonio de sus sueños. Por eso ese día los invito a que piensen más en ustedes y en lo que desean y los hace felices verdaderamente y se pregunten por qué se han dejado de lado cuando se trata de ustedes mismos.

Se suele caer en el error de anteponer los deseos del otro, de la familia, de lo que opine la gente sobre lo que somos, a costa de nuestra felicidad y crecimiento. La clave está en el sano equilibrio, es vital encontrar la armonía entre el yo y el nosotros, entre el amor propio y el que le ofrecemos a otros e incluso estar o no con alguien es un asunto de elección y no de imposición.

Tú tienes todo el derecho de escoger el tipo de vínculo o de amor que deseas tener, no tiene que ser de forma tradicional sino que puedes romper esquemas y nadie tiene por qué señalarte. Las parejas no tienen que ser de determinada manera, si los dos logran llegar a un acuerdo sobre sus propios límites y reglas, mientras ambos sean adultos, no se maltrataten y se sientan cómodos. En este tema tampoco se puede generalizar, pues cada caso es particular y depende de la historia de cada uno, ni siquiera cuando se trata de inclinaciones sexuales o formas de amar.

Vivimos nuevos tiempos, a los cuales debemos adaptarnos y dejar de ser tan críticos y quitarnos el velo de los prejuicios para que cada quien pueda sentirse libre de experimentar, aprender y evolucionar. Es perfectamente válido ponerse en el lugar del otro, comprenderlo, aceptarlo y no pretender cambiarlo, ya que cada quien tiene su proceso, pero no sacrificarnos olvidándonos de quiénes somos o aparentando lo que no somos.

Cada relación en nuestras vidas tiene algo que enseñarnos y buscamos esa experiencia de manera inconsciente para poder aprender esa lección. En el otro proyectamos lo que necesitamos y se convierte en nuestro espejo, el que nos enseña más sobre lo que somos y lo que necesitamos trabajar en nosotros. Aprovechemos este día para comenzar a amarnos más, para reconocer nuestro nivel de co-dependencia, de ese deseo de vivir por y para complacer a tu pareja u otros, olvidándote de ti.

No nos quedemos en los simples formatos estereotipados y atrevámonos a escribir nuestra propia historia.

Si deseas conocer más sobre ti y tu perfil amoroso, tu pareja el amor en tu vida, puedes escribirme y solicitar una consulta.

Amada