Los Aguadores sienten el verano en primavera, y el invierno en otoño, adelantándose siempre una estación a todos los demás. Su visión típica de Urano, que abarca los años, las décadas e incluso los siglos, les permite disfrutar de una o dos dimensiones adicionales, y esto explica la expresión vaga de sus ojos. La rara facultad de escrutar el mundo del mañana sin perder la nítida conciencia del mundo de hoy implica la participación de la inteligencia, el instinto y la imaginación, que funcionan al unísono como una trinidad, plácida y simultáneamente. Cuando los Piscis espían el mañana, a menudo descuidan el presente, y las fugaces vislumbres del futuro que tienen esporádicamente los Sagitario son ni más ni menos que eso: breves pantallazos proféticos. Los Escorpión se apasionan tanto por la dimensión en la que flotan, cualquiera que ésta sea, que no pueden prestar atención a las otras al mismo tiempo. Sólo los Aguadores son capaces de hacer malabarismos con la inteligencia, el instinto y la imaginación como trinidad, permitiéndoles formar una imagen tridimensional y perfectamente sincronizada del pasado, el presente y el futuro. Ahora entienden por qué a Acuario lo llaman el «signo del Genio».
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Hombre Acuario – Mujer Tauro
Sin embargo, algunos hombres y mujeres Acuario disfrutan tanto en el mañana, o en el ayer, que olvidan su talento para la sincronización, y resuelven quedarse allí de visita durante un tiempo, en sus cuerpos astrales, mientras dejan atrás sus cuerpos carnales para que se las apañen como puedan durante su ausencia, deambulando como zombies, sin oír ni ver, y articulando sólo un murmullo ininteligible. ¿Entienden por qué a Acuario también lo llaman el «signo de la Locura»? ¡Ah, el Genio y la Locura! Son inseparables, como el perro y las pulgas, y todo Acuario que transite por el mundo es lo primero, al mismo tiempo que lo hostiga, de tiempo en tiempo, la segunda… o la acusación de padecerla. Los Acuario saben muy bien que poseen esta doble naturaleza, por mitades, y todos reaccionan con una indiferencia casi maravillosa, y reconocen alegremente sus excentricidades. Los Acuario pueden hacer un extenso viaje por el éter. El mecanismo de la máquina del tiempo que llevan en la cabeza puede atascarse, quizás en otro siglo, y dejarlos atrapados en una torsión espacial (una especie de agujero en el cielo), y no regresar. Pero regresarán. Él o ella regresará.
Los Aguadores siempre practican una cuenta atrás desde el mañana, y reaparecen más vivaces que cuando partieron en sus cápsulas mentales. Los Acuario que conservan más a menudo el equilibrio entre todas las dimensiones y que se pierden con menos frecuencia en una torsión espacial son los profetas, visionarios, cerebros creativos y genios inventivos de la humanidad masculina y femenina. Ellos y ellas recogen las aguas de la sabiduría y la verdad suprema de los profundos pozos del mañana y la derraman en un flujo continuo, con sus extravagantes disfraces de locos, ya sean éstos científicos e inventores, o músicos, artistas, escritores, políticos, taxistas, barberos y jefes indígenas. Esto explica más o menos el «dónde está la cosa» de Acuario: «la cosa» es su conciencia y el «dónde» es la triple dimensión del tiempo y el espacio que ellos visitan.
En cuanto a los Toros, podemos sintetizar muy rápidamente su posición en el tiempo y el espacio. Tauro está, sólido y tangible, en el aquí y el ahora. Poco importa el «de aquí para atrás» y el «de aquí en adelante». Generalmente, tanto a los Toros les resulta más que suficiente una sola dimensión. Por lo que concierne a estos hombres y mujeres, ya hay bastantes problemas para resolver en este nivel, en el presente, sin necesidad de revolotear buscándolos en otros niveles del pasado o el futuro. Quizás el mañana fue hecho para algunas personas. Pero es posible que al Tauro nunca le llegue. Hay que ocuparse del hoy. Incluso los rarísimos Toro «videntes» están pegados a la Tierra. Asimismo, el vidente Tauro sólo esparce predicciones para convencer a la gente de que debe comportarse sensatamente ahora mismo, y de que debe prepararse, con espíritu práctico, para cualquier emergencia que el Toro haya vislumbrado en el futuro. A diferencia de Acuario, Tauro no es extravagante ni chiflado. Tauro personifica los cuadros realistas de Norman Rockwell… en su totalidad. Los ojos de Tauro no contienen la expresión vaga de Acuario. Son dulces, serenos… y a veces duros, cuando el Toro se enfurece (cosa que no sucede muy a menudo, pero que cuando ocurre compensa su rareza con su intensidad).
Sin embargo, los Tauro, como los Acuario, mascullan frecuentemente monosílabos ininteligibles, como «Sí», «No», «Ajá», «Hum» y «Grrmmmmmfff». De modo que en este contexto existe una vaga semejanza entre ambos. Los dos nacieron bajo un signo fijo, en razón de lo cual también tienen en común una cierta tenacidad (que tal vez prefieran llamar obstinación). Exceptuando estas similitudes, son todo lo distintos que pueden ser dos seres humanos, sin por ello dejar de reconocerse como habitantes del mismo planeta. (Aquí hay que admitir, con toda sinceridad, que a veces Tauro y Acuario no se reconocen como habitantes del mismo planeta.) Tauro desea mantener el statu quo. Acuario desea alterarlo. Imaginen a estos dos, mirándose desde extremos opuestos de una habitación, o desde aceras opuestas de la calle. Acuario, la bola de cristal saltarina… y Tauro, el terrón de tierra adorable pero sólidamente implantado. Es difícil imaginar el diálogo que entablarían, si resolvieran acercarse, ¿verdad? O sea, al fin y al cabo, ¿qué le dice un terrón de tierra, adorable pero sólidamente implantado, a una bola de cristal saltarina? ¿Grrmmmmmfff? ¿¿¡Hola!??? Bueno, permitan que les informe que, dejando de lado lo que puedan pensar, que este intercambio de saludos nunca transmitirá, por cierto, todo lo que cada uno de ellos sabe.
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Mujer Acuario – Hombre Tauro
Tauro, no suele ser, una máquina parlante, que divulga todos sus conocimientos entre los desconocidos. Sin embargo, los datos prácticos y el sentido común que los Toros han acumulado cautelosamente y almacenado sistemáticamente en sus cabezas son igualmente poderosas herramientas mentales cuando resuelven aguzarlas y montar una casa, un imperio financiero, una carrera… o un medio inconmovible para conquistar el amor y la amistad. Realmente todo lo que Tauro sabe no se reduce a un «Grrmmmmmfff». Pero esto puede ser todo lo que los Toros están dispuestos a comunicar al Acuario en un primer encuentro, hasta haber tenido tiempo de decidir si el Aguador es digno de la energía indispensable para mantener otras conversaciones. En cuanto a Acuario, los hombres y mujeres regidos por Urano siempre saben mucho más que lo que dejan derramar de sus pequeños cántaros marrones. Cuando están en tierra firme, utilizan un dispositivo mezclado de palabras (invisible, por supuesto) merced al cual sus conversaciones típicas de Urano suenan a menudo como al revés, a toda velocidad. ¿No lo han notado? Tauro sí lo ha notado, con frecuencia, y suelta un gruñido o un «Grrmmmmmfff» de disgusto, negándose a lidiar con semejante tontería.
O… ¿acaso los Aguadores se limitan a accionar sus interruptores a ratos, cuando desean extirpar un pensamiento, una idea, un sentimiento o un concepto demasiado avanzado para la comprensión del vulgar mortal? Sea lo que fuere, lo importante es que Tauro y Acuario se comunicarán entre sí exactamente como se comunican con el resto de nosotros… a su hora y a su manera. Ésta es una configuración de signos solares 4-10, lo cual significa que la compatibilidad y la comprensión entre éstos dos sólo se logra con esfuerzo… y es recompensada, cuando al fin se materializa, con la agradable sensación de haber conseguido algo valioso. Suponiendo que hayan roto el hielo con un «Grrmmmmmfff» y un «¡Hola!», ¿cómo demolerán luego las apocadas barreras de Tauro, y el desapego de Acuario, para entrar en acción como una unidad? Esto depende de muchos factores. Para empezar, los Tauro son mucho más circunspectos que los típicos Aguadores, cordiales y gregarios. Incluso los Acuario tímidos consideran que todos son sus «amigos», desde el cartero hasta el Presidente. Ya es bastante que estos individuos atinen a reconocer la diferencia entre chicos y chicas, vértice y base, arriba y abajo, negro y blanco, frío y caliente, etcétera, etcétera.
El Acuario típico no tiene prejuicios a la hora de elegir compañeros. «Compañero» es una palabra que la gente de Urano utiliza para describir a amantes, parejas, esposas, gatos, perros, ardillas, niños, vecinos, delfines, parientes y así hasta el infinito. Todos son «compañeros». A veces cambian este término por «mi camarada», «mi viejo compañero», «mi buen compañero», «mi amigo»… pero nunca por «mi mejor amigo». Los Acuario tienen tan pocas preferencias respecto de sus amigos como espíritu selectivo para elegirlos, así que nunca nadie se convierte en el «mejor amigo» de un Acuario. Tauro es sólo uno más en medio de la multitud. Los Toros pueden tender su copa vacía, si lo desean, y los Aguadores se la llenarán. Pero los hombres y mujeres (y niños) regidos por Urano no soportan los largos silencios y los accesos de mal humor del Toro. En el mundo hay demasiados sedientos que necesitan de su tiempo y atención, y que también necesitan beber largamente de las aguas de la sabiduría uraniana.
El Tauro medio tarda varios años en encontrar un amigo, un auténtico amigo, sin contar los familiares y conocidos fortuitos. Acuario tarda aproximadamente sólo cinco segundos en exclamar: «¡Hola, compañero!». Entonces les ha contado, según creas, todo lo que él (o ella) sabe, en el sánscrito de Urano, claro está, o quizás en jeroglíficos de Acuario… así que ahora son amigos, ¿verdad? Tauro desconfía de las amistades que se forjan rápidamente, que se toman a la ligera y que están definidas en términos tan ambiguos. Si estos dos aprovechan una relación armoniosa Sol-Luna-ascendente entre sus cartas natales, finalmente empezarán a hablar el mismo idioma, y podrán comunicarse. Incluso sin la ayuda de un intercambio favorable de luminarias ascendentes, y de otros aspectos armoniosos de sus horóscopos, aprenderán muchas lecciones valiosas el uno del otro, y su educación recíproca podría ser divertida y crepitante, además de ser mental y emocionalmente estimulante… y podría contribuir a la expansión de sus almas. Las almas también necesitan ejercitarse, como los cuerpos. Éste es el objetivo de la vibración 4-10.
Si sus respectivas luminarias y ascendentes están en cuadratura u oposición, es posible que estos dos signos solares tengan que aprender a protegerse durante los cuerpo a cuerpo. A los Toros los irritará el aire de etérea despreocupación de los Acuario, que tal vez parecerán estar mirándolos con desdén y condescendencia desde lo alto de las nubes. Los Aguadores necesitarán sujetarse con fuerza para no resbalar sobre el límite inestable que separa el genio de la locura, cuando los terrenales Tauro les hagan sentir que arrastran tras de sí el peso muerto de la desaprobación del Toro durante sus viajes al espacio exterior. ¿Por qué un Toro no habría de poder retozar alegremente con un Aguador? En los reinos de la tolerancia y el regocijo, los gatos pueden tocar el violín, y… ¡Tra-la-la! ¡Un Toro sí puede saltar sobre la Luna!* Acabo de consultar mis notas, y varios astronautas pertenecían al signo solar Tauro. ¿Qué me cuentan? La vida está llena de sorpresas, como les podrá informar cualquier Acuario. Aunque no se lo preguntes.
Adaptación de Linda Goodman
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Amada Astral